viernes, 30 de noviembre de 2007

MELANCÓLICAMENTE BELLA


Una noche triste, melancólicamente bella, para una ciudad definitivamente apática posiblemente demasiado regalo, para un territorio habitado por almas sin culpas. La brisa que galopa sigilosamente por las desoladas calles de la pequeña ciudad, las que parecen clamar por vida, hacen traslucir hasta el pecado más inocente y torpe de aquellos individuos que aún creen que el pecado, o la culpa son el arma más mortífera, en nuestras vidas.

La noche transcurre lentamente como si el dueño de esta pequeña urbe acabase de dar vuelta el maldito reloj de arena. Ahí que reconocer que la ciudad en cierta forma tiene un new look un tanto más rejuvenecido, pero que definitivamente las apariencias engañan. ¿Será que es un suburbio muerto en vida? En un spot recientemente salido al aire de colun dice que el sur llora cuando alguien llega, acá ocurre lo contrario no llora ni emite ningún puto sentimiento, por que el spot no miente he visto llorar al sur en recuentros, pero acá definitivamente se agotaron todas las posibilidades de lloriquear, ni siquiera de suspirar.

Es posible que la ciudad haya extraviado su juventud en décadas pasadas, donde claramente si habían motivos para tener pecados y para sentirse culpables, ahora también las hay pero de una manera más superficial en 12 cuotas precio contado. Prefiero creer que la pasada de Roberto Bolaño por la ciudad de Los Ángeles fue de mucha culpa o de algún torpe e inocente pecado, donde imagino y creyó, donde lápiz y papel eran sus amigos de inseparables deslices, que tuvo la fortuna de ver llorar a la ciudad por recuentros, que vio suspirar por pequeños detalles… prefiero creer.

Nuevamente una noche triste melancólicamente bella, donde mis pecados más torpes rebotan, transformándose en un eco silencioso, esperando algún suspiro de esta ciudad.
MENCIÓN PARA LA FOTOGRAFÍA SACADA POR NARA EN PASEO A LOS ÁNGELES, GRAN IMAGEN PARA RETRATAR LO NARRADO.

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